jueves, 29 de abril de 2010

EL PENSAMIENTO DEL SIGLO XVIII: PUNTOS DE VISTA SOCIOLOGICO Y FILOSOFICO

Dado que nuestro objeto de estudio en este momento es la idea o proyecto de la modernidad, salta a la vista la importancia que tiene para dicho estudio el tener un conocimiento al menos suficiente de cuáles son las características fundamentales del pensamiento que predomino durante el siglo XVIII, periodo durante el cual se desarrollo la idea de la modernidad. De este modo con miras a cumplir dicha condición, se hace necesario retomar creo yo el objetivo principal de Cassirer en su documento “La Forma de Pensamiento en la Época de la Ilustración” que es el de mostrar la diferencia especifica del pensamiento de la ilustración respecto del pensamiento de los siglos precedentes, no obstante mi propósito principal por medio de este documento es mostrar que no es una sola la diferencia especifica que podemos encontrar en el pensamiento de la ilustración como vendrá a mostrar Cassirer, sino que por el contrario cuando se lleva a cabo un análisis desde un punto de vista sociológico, como es el caso de Touraine se pueden hallar otro gran numero de aspectos que diferencian aun mas al pensamiento del siglo XVIII de aquel que le precedió y que por lo tanto lo hacen más original.
Así de esta manera y desde unos puntos de vista filosófico (Cassirer), como sociológico (Touraine), podemos nombrar varias características esenciales del pensamiento del siglo de las luces.
De este modo desde el punto de vista filosófico Cassirer, planteara que la característica o diferencia especifica del pensamiento del siglo XVIII, es que en este se llevara a cabo una transformación del método científico lo cual trae consigo un rechazo del método planteado en el siglo XVII. De esta manera se pasara de un método que comienza por la colocación de principios y conceptos generales, para luego a partir de estos y por medio de deducciones abstractas alcanzar el conocimiento particular, a un método cuyo “Punto de partida realmente univoco no nos lo pueden proporcionar la abstracción y la definición física (como es el caso del método del siglo XVII) sino tan solo la experiencia y la observación”
Es decir se pasa de un método basado en El Discurso del Método de Descartes a un método elaborado de acuerdo con la ciencia del siglo XVIII, es decir al método newtoniano basado en las Regulae Philosophandi de dicho físico que centrara su método investigativo en el análisis más que en la deducción.
Así se pasara de un método hipotético-deductivo propio del siglo XVII a un método resolutivo-compositivo o empírico-analítico propio del siglo XVIII y que según Cassirer vendrá a constituirse en la diferencia esencial del pensamiento del siglo XVIII.
No obstante como ya advertimos con anterioridad, la característica del pensamiento del siglo XVIII planteada por Cassirer no constituye la única diferencia especifica del pensamiento de la ilustración y el hecho de que el plantee esta como la característica esencial de dicho pensamiento puede deberse tal vez a que su análisis obedece más a una interpretación de tipo únicamente filosófico, no obstante cuando la cuestión es abordada desde un punto de vista sociológico, aparecen otro grupo de diferencias especificas del pensamiento del siglo de las luces diferencias que tocan aspectos o ámbitos como la moral, la religión, la política y la sociedad.
Así de esta manera encontraremos que el sociólogo francés Alaine Touraine planteara en el aspecto moral, que una de las características del pensamiento de los filósofos de la ilustración del siglo XVIII, es que se planteara un cambio de la arbitraria moral religiosa reinante durante las épocas anteriores por el conocimiento de las leyes de la naturaleza, cambio que para ser aceptado por los hombres deberá demostrar tanto es la esfera estética como moral que es capaz de producir placer y que se corresponde con las reglas del gusto, esto de acuerdo con Jean Ehrard (citado por Touraine) constituye “El gran sueño del siglo, el sueño de una humanidad reconciliada consigo misma y con el mundo y que armonizaría espontáneamente con el orden universal”

Por otra parte y dentro del mismo ámbito moral Touraine también dirá que “El pensamiento moral del siglo de las luces está dominado por la idea de bondad natural del hombre” bondad fundamentada en una virtud otorgadora de placer y que por lo tanto hace posible el triunfo del bien, idea que se diferencia en cierta medida de la concepción de hombre sostenida por algunos sectores de la filosofía del siglo XVII, así a modo de ejemplo podríamos citar a Hobbes quien si bien no es la voz principal de la filosofía del siglo XVII, si es uno de sus más connotados representantes quien planteara un hombre para nada bondadoso, sino que por el contrario planteara una concepción de hombre, en la cual este es sumamente egoísta, una concepción en la que el hombre es un lobo para el hombre, un hombre cuyo don de la palabra se convierte constantemente en un clarín de guerra y sedición; en el cual existen motivos de discordias, envidias, odios y sediciones; un hombre que no corresponde con el animal político planteado por Aristóteles y mucho menos con la idea de hombre de la ilustración.
Por otra parte otro aspecto característico del pensamiento del periodo en cuestión es su intento “de dar al bien y al mal un fundamento que no sea ni religioso ni psicológico, sino que sea solamente social” dentro de este planteamiento el bien se identificara con aquello que beneficia a la sociedad y el mal con aquello que mina su integridad y estabilidad, de esta manera la sociedad vendrá a ocupar el puesto de principio de juicio moral que antes ocupaba la religión.
Así de esta manera como hemos visto hasta ahora desde un punto de vista sociológico, constituyen características fundamentales del pensar del siglo XVIII la secularización y el desencanto religioso, características que se manifiestan por medio de los planteamientos anteriores, pero también por medio del rechazo de los filósofos de la época hacia “La revelación divina como principio de organización de la sociedad” , rechazo que se ejemplifica en la actitud de filósofos como Voltaire, Diderot y Rousseau quienes luchaban contra la monarquía y su legitimación religiosa.
De este modo planteadas las anteriores cuestiones queda más que demostrado que el cambio en la constitución del método científico que se ejerció durante el siglo XVIII, no constituye la única diferencia especifica del pensamiento de la ilustración, así de esta manera en vez de hablar de una diferencia especifica del pensamiento de dicha época como plantea Cassirer, debemos hablar de diferencias especificas, pues considero que sería un error no darles la misma importancia a los planteamientos de Touraine sobre el pensamiento de la ilustración, pues su diferencia con respecto a lo planteado por Cassirer, es que estos planteamientos pertenecen a una visión sociológica y creo que nadie podría juzgar como de poca importancia el espíritu de secularización y desencanto reinante durante aquella época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario