jueves, 29 de abril de 2010


ANALISIS DE LA DIRECTRIZ KANTIANA DE OBRAR POR DEBER

El texto kantiano en el cual este filosofo plantea la idea del obrar por deber goza en definitiva de una gran importancia, pues dado su contenido esta idea se convierte en un aspecto digno de analizar debido a que las implicaciones que trae consigo son interesantes, incluso a la hora de llevar a cabo un estudio de las consecuencias que la aplicación de esta idea podría tener sobre nuestra sociedad contemporánea.
Sin embargo al analizar esta idea es necesario tener claro tres conceptos fundamentales que son: deber, inclinación y valor moral. Conceptos que si no se tiene claro harían insípida la lectura de esta idea pues no le encontraríamos el sentido y disfruté adecuados.
Deber (die Pflicht): el deber podemos entenderlo como obligación moral o la obligación de actuar moralmente.
Inclinación (die Neigung): en segundo lugar inclinación puede entenderse como el afecto, amor o propensión que sentimos por algo, afecto o propensión que no se expresa en un solo momento en el tiempo en particular, sino que por el contrario permanece en el tiempo.
Valor Moral (moralischen Wert): en tercer lugar en Kant podríamos entender como valor moral el carácter de dignidad que posee una determinada acción.}
De esta manera teniendo claros los anteriores conceptos lo que Kant planteara es la importancia del obrar por deber, es decir del hecho de que nuestras acciones sean impulsadas o hechas fundamentalmente por el deber, mas no por inclinación, pues de acuerdo con él las acciones por deber tienen un valor moral que no es compartido por aquellas acciones guiadas por una inclinación, valor moral o dignidad que podemos hallarlo no en los efectos, fines o propósitos que busquemos con dicha acción, sino en el “Prinzip des Wollens” o principio del querer. Así de este modo para Kant acciones tales como el conservar la vida o el mostrar una actitud solidaria solo gozaran de dignidad o valor moral cuando las hacemos no por inclinación, es decir no por amor o afecto a ellas sino cuando las hacemos por obligación moral a pesar de que sintamos una fuerte repulsión o desprecio hacia ellas.
esta idea será esbozada por Kant en su libro “Fundamentación Metafísica de las Costumbres” en la cual como plantea Roger Scruton Kant tratara el aspecto ético mostrando sin embargo en esta obra la misma preocupación por la objetividad , preocupación que muestra en “La Critica de la Razón Pura”:
“Esa misma preocupación por la objetividad puede hallarse en las obras de Kant sobre ética y estética, disciplinas que transformo por entero. Consagro dos de sus críticas al estudio de esas ramas de la filosofía, además de una obra más temprana y en muchos aspectos más discutible: “Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres (1785)”. Estas obras desarrollan sistemas de valor que no solo pretenden explorar de un modo exhaustivo el campo de la objetividad moral y el juicio estético, sino que también llevan a su conclusión las especulaciones metafísicas iniciadas por la primera crítica.”
Esta obra y por lo tanto esta idea del obrar por deber se desarrollan dentro de una época o contexto histórico sumamente apasionante como lo es el denominado “Siglo de las Luces” o “Periodo de la Ilustración”, periodo durante el cual como lo muestra Jean le Rond d´Alembert filosofo y enciclopedista francés (citado por Ernst Cassirer) se evidencia una clara transformación de la vida espiritual, transformación que se manifiesta en el avance de las ciencias, la germinación del ideal de la modernidad y el desarrollo de un nuevo método científico contrario al del siglo XVII.
Así en el campo de las ciencias d´Alembert dirá que “La filosofía a realizado entre nosotros grandes progresos. La ciencia de la naturaleza adquiere día por día nuevas riquezas; la geometría ensancha sus fronteras y lleva su antorcha a los dominios de la física, que le son más cercanos; se conoce, por fin, el verdadero sistema del mundo, desarrollado y perfeccionado. La ciencia de la naturaleza amplia su visión desde la tierra a Saturno, desde la historia de los cielos hasta la de los insectos. Y con ello todas las demás ciencias cobran una nueva forma”.
En lo que respecta a el método científico Cassirer relata que en el siglo XVIII se pasa de un método hipotético-deductivo (desarrollado en el siglo XVII) a un método más familiarizado con la ciencia de su época y que por ende vendrá a ser denominado empirico-analitico: “La ilustración no recoge el ideal de este estilo de pensar en las enseñanzas filosóficas del pasado, sino que lo forma ella misma según el modelo que le ofrece la ciencia natural de su tiempo.se trata de resolver la cuestión central del método de la filosofía no ya volviendo al discurso del método de Descartes, sino, más bien, a las Regulae Philosophandi de Newton……el camino de Newton no es la pura deducción sino el análisis…Un punto de partida realmente univoco no nos lo pueden proporcionar la abstracción y la definición física, sino tan solo la experiencia y la observación”.
Por otra parte también debemos ver que esta idea se engendra dentro de un contexto ideológico igualmente apasionante como lo es su contexto histórico, pues como bien dijimos durante aquella época también se desarrollo el ideal de la modernidad, ideal dentro del cual el obrar por deber tiene una profunda influencia, pues como lo muestra la profesora Nidia Chaparro una de las características o implicaciones de la modernidad es que “Cada quien es un fin en sí mismo, lo cual exige que todos dispongan de las condiciones y medios para realizarse libre y responsablemente. …esto implica que la modernidad deba concebir un orden abierto que ofrezca esas condiciones al individuo que por decisión personal busque su propio lugar y persiga sus fines objetivos” , así de este modo podemos ver que la modernidad implica la existencia de un reino de los fines en el más riguroso sentido kantiano en el cual cada quien es un fin en sí mismo, pero como bien no lo dice Kant dicho reino de los fines únicamente podrá ser posible en la medida en que todas nuestras acciones sean hechas por deber, de aquí el hecho de que el obrar por deber ejerza una influencia considerable en la modernidad, pues de no obrarse de esta forma no será posible un reino de los fines característica fundamental del ideal de la modernidad: “La moralidad consiste, en la referencia de toda acción a la legislación únicamente por la cual es posible un reino de los fines” .
Una vez expuestos estos puntos es evidente el interés que caracteriza a este postulado kantiano del obrar por deber , postulado que nació y se desarrollo dentro de un contexto interesante, sin embargo aun cabe pensar si dicho postulado goza de validez o si su aplicación para la contemporaneidad resultaría en una absoluta pérdida de tiempo y con respecto a esto debo decir que creo que la aplicación de dicho postulado en las sociedades contemporáneas, lejos de resultar en una pérdida de tiempo terminaría siendo algo sumamente provechoso, pues es precisamente por la falta de obrar de acuerdo al deber que la justica, la política y la vida política y social de las diferentes naciones se encuentra en su degradación actual.
Así como gran ejemplo de esta degradación socio-política, podemos colocar la sociedad colombiana, la cual en gran parte a decidido obrar por simpatía o inclinación, pero no por deber, dándose el caso por ejemplo de la administración de la justicia en nuestro país en donde por afectos o simpatías personales que se sienten hacia el actual gobierno se ha obrado de manera inadecuada minando la correcta aplicación de la justica, ejemplo de esto es la condena por cohecho que se le hizo a Yinis Medina, caso insólito a nivel mundial, en el cual solo se condeno una de las partes que infringió en el delito, ejemplo absolutamente claro de una errónea aplicación de la justicia, que la sociedad colombiana en su gran mayoría a consentido dados sus afectos hacia el actual gobierno y sus políticas. El ejemplo anterior es sumamente importante porque nos permite entrever que cuando se deja algo tan importante como las acciones judiciales en manos de las inclinaciones y no de el deber, se pone en tela de juicio la impersonalidad de las leyes, impersonalidad que es necesario para que la sociedad pueda ser protegida de plagas como el clientelismo, el nepotismo y la corrupción.
Por otra parte también considero igual que Kant que es más digna una acción efectuada por deber, que por inclinación, pues creo que una persona es admirable mas por cómo actúa en los momentos difíciles (como es el caso de alguien que lleva a cabo una determinada acción por deber aun cuando sienta una profunda repulsión por ella) que por como actúa en los momentos fáciles (como es el caso de aquel que actúa por inclinación, en donde no hay dificultad y repulsión, sino placer pues esta acción que efectuamos la hacemos por amor).
Finalmente si bien las posturas de Kant son discutibles en muchos aspectos, creo que son más las cosas positivas que de ellas se pueden derivar que las cosas negativas, y que la aplicación de su pensamiento para la contemporaneidad y más aun para nuestra sociedad resultaría en un empresa muy fructífera.

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